Su luz central alcanzará 1990 metros, sus torres se elevarán 283 metros sobre el agua


Dos millones de trabajadores esuvieron involucrados en la construcción de este puente, que tomó diez años y utilizó 181,000 toneladas de acero y 1.4 millones de metros cúbicos de concreto, a un costo estimado total de 500,000 millones de yenes (¡5,000 millones de dólares!). Si colocásemos todos los cables de acero uno tras otro, ¡daríamos la vuelta al planeta siete veces y media!
El puente es la gloriosa coronación de un trabajoso sistema que pone en comunicación las cuatro islas principales del archipiélago japonés: Honshu, Hokkaido, Kyushu y Shikoku. La menor, Shikoku, tiene una población de aproximadamente un millón de habitantes y está separada de la mayor, Honshu, por el mar de Seto, un mar interior. En los años treinta, Chujiro Haraguchi, ingeniero que más tarde ocuparía la alcaldía de Kobe, propuso un puente que uniera las dos islas. Se inspiró en los puentes colgantes norteamericanos como el Golden Gate de San Francisco, entonces en construcción. Pero en aquel entonces ni la economía del Japón, ni las posibilidades de la ingeniería estaban preparadas para una hazaña semejante.
0 comentarios:
Publicar un comentario